miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ya tengo un trofeo que me faltaba, las orejas de burro.

Aunque no estaba en mis planes, el hecho de que fuera a acudir mucha gente del equipo y con la intención de acumular algo de competición antes de la gran cita, el pasado domingo acudí al I Memorial Benjamín García que se celebró en Tauste. Una carrera bastante llana, que no se adecuaba demasiado a mis características, pero que iba a resultar muy divertida por su similitud con una carrera de carretera en la que además contábamos con el equipo más numeroso.


De salida, pues eso, lo típico de una carrera de carretera, ataques y más ataques hasta que el pelotón diera por válida una fuga. Siendo el conjunto más numeroso no nos resultó complicado dar por buena la escapada de Alejandro y Dani que se marcharon con otros dos mientras el resto nos dedicábamos a bajarles el ánimo a los que trataban de ir a por ellos. Antes de una de las zonas de sendero, la carrera se enloqueció un poco y algunos contactámos con el grupo de delante, en mi caso simplemente a rueda de un corredor que se había lanzado a por ellos.
Tras esta zona de sendero nos quedamos un grupo de cuatro en persecución de Raúl Serrano que se la jugó en solitario desde lejos. A partir de aquí y una vez que la primera posición estaba bastante lejos, Dani y yo teníamos que jugar nuestras cartas para intentar completar el podio sobre nuestros dos compañeros de grupo. Así que a falta de 20 kms. la estrategia estaba clara, saltas tú y si te pillan salto yo y así hasta que se cansen. Lo cierto es que Dani consiguió marcharse y a mi me tocó limitarme a ir a rueda y responder a los ataques que hacían los otros dos. Con la situación así sólo faltaba esperar a que se rindieran de perseguir y cuando lo hicieran intentar hacer lo mismo, marcharme. Así pues a 8 de meta me tocó entrar en juego y marcarme una pestosísima contra-reloj contra-el-aire. Lo mejor estaba por llegar, cuando a menos de 3 kms. y con una distancia ya consolidada, no se en qué estaría pensando pero me salté un cruce y aparecí en el pueblo pero por otro sitio. Hay que ser cazurro... Así que nada, de premio unas orejas de burro, otro día habrá que estar más atento.

1 comentario:

  1. Si no te cortases el manillar a 56, no irias tan "crono-style" y verías mejor las balizas...jeje
    Ánimo camarada!

    Corzo

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