domingo, 3 de mayo de 2009

IX MARATON DE LOS MONEGROS


Ayer Sábado asistimos al igual que el primer fin de semana de Mayo del año pasado a la 9º Maratón de los Monegros. Éste año contábamos además con la compañía de José Ángel, Ezequiel, Ñito e incluso de mi padre que se apuntó a sufrir en el último momento.

Nuestro objetivo para ésta edición era mejorar el tiempo del pasado año y cuantificar la mejora de rendimiento tras estos meses de entrenamiento. Por otro lado guardábamos muy buenos recuerdos del año pasado, ya que fue nuestra primera carrera y siempre se recuerda de forma especial, así que nos sentíamos casi obligados a asistir a esta gran cita del ciclismo de montaña.

Llegamos a Sariñena pronto como de costumbre, donde ya nos esperaba Ñito e iniciamos el ritual de siempre, recoger dorsales, montar bicis...Hacía un día estupendo y el ambiente se palpaba por todo el pueblo inundado de ciclistas “chalaos” dispuestos a recorrer los 112km.

Comimos pronto para no salir con el estómago lleno y hacia la una del mediodía ya estábamos todos montados en nuestras bicicletas para calentar un poco. Como ya sabíamos del año pasado que para conseguir sitio delante había que estar bastante antes, en cuanto vimos que la gente comenzaba a colocarse en la salida nosotros hicimos lo propio. Ahora quedaba lo peor, esperar casi tres cuartos de hora a que se diera la salida bajo el sol abrasador de los monegros.

Unos minutos antes de las dos del mediodía se daba el bocinazo de salida y se hacía el clásico recorrido por las calles del pueblo tras el coche neutro. Desde el comienzo intenté avanzar posiciones para asegurarme estar en la cabeza de carrera, de forma que cuando entramos en la zona del camino de tierra estaba entre los 50 primeros rodando en un grupo muy compacto y muy rápido. Se sucedieron muchas caídas fuertes fruto del nerviosismo y la velocidad y esto me hizo acordarme de todos los demás esperando que no se vieran involucrados en ninguna de ellas. También iba continuamente mirando hacia atrás en busca de Javi con quien me habría gustado hacer la carrera tal y como habíamos planteado en un principio pero tras varios sustos por ir mirando hacia atrás finalmente desistí y tiré para delante en solitario.

Hasta el km 18 aproximadamente se siguió rodando rapidísimo pero conforme iba comenzando la subida el grupo se iba estirando y cada uno iba cogiendo su propio ritmo. Yo subí con un pequeño grupo a un ritmo bastante cómodo con vistas a no castigar demasiado las piernas de cara al resto de la carrera aunque la gran longitud de la ascensión hizo mella en las fuerzas y llegué arriba bastante fatigado. Una vez arriba antes del primer avituallamiento me dejé coger por un gran grupo que venía bastante fuerte por detrás. En el km 30 se encontraba el primer avituallamiento en el que paré para rellenar uno de los bidones que ya había gastado, cosa que nadie más hizo, así que me quedé completamente solo sin ningún grupo con el que ir en la zona llana del recorrido. Lógicamente no podía permitirme ir los 30 km de terreno llano yo sólo sin contar con un grupo en el que escudarse del viento así que me puse a tirar para alcanzar al grupo que acababa de dejar en el avituallamiento. Me costó unos 10 minutos alcanzarles yendo a tope de pulsaciones y a unos 45km/h lo cual me supuso un gran desgaste.

Hasta el km 60 no se produjo ningún movimiento, fui metido en el grupo, tirando de él en ocasiones, ya que nadie daba el relevo y en la zona delantera del mismo atento a los movimientos que se pudieran producir. En el segundo avituallamiento decidí no parar (en mi grupo creo que nadie lo hizo) y seguimos para adelante en busca de la segunda gran subida del recorrido.

Al principio de la subida me encontraba bastante fuerte y seguí en la parte delantera del grupo pero poco a poco según pasaban los kilómetros me iba desinflando y perdía posiciones, hasta que al final me quedé totalmente vacío de fuerzas y me adelantó el grupo completo. A partir de aquí la subida fue un calvario, completamente solo y sin fuerzas fui subiendo intentando no recordar los kms que me quedaban por subir todavía.

El llegar arriba me supuso un balón de oxígeno y aproveché la bajada para descansar y comer algo.
Al final de la bajada se encontraba el tercer avituallamiento donde paré un par de minutos a descansar la piernas que me habían dado ya algún aviso en forma de calambre y pedí en la ambulancia un poco de reflex. Al salir del avituallamiento encontré un pequeño grupo de unos cinco corredores con los que recorrí la última parte llana del recorrido con el viento en contra.

En ésta ultima parte del recorrido cambié un par de veces de grupo pero siempre avanzando hacia adelante aunque a veces tenía pequeños bajones de rendimiento que me hacían pasarlo mal.
En los últimos 10 Km me encontraba en un pequeño grupo en el que un señor que me hablaba en catalán no para de repetir que no le daba nadie el relevo volcando especialmente su ira sobre mí. Yo la verdad es que me venía justo para seguir ese ritmo como para en cima andar regalando relevos. En un par de ocasiones me descolgué de ese grupo pero tirando de rabia más que de fuerzas me logré reenganchar. Cuando quedaban unos 5 kms me descolgué definitivamente y me puse detrás de un chico que iba con bici de ciclocross junto a un compañero tirando de él con la fortuna de que al ver que venía por detrás un grupo fuerte éste subió el ritmo y nos volvimos a enganchar al grupo del catalán a menos de un kilómetro de meta. Cuando vi al catalán que me había estado tocando las narices los últimos veinte kilómetros no pude reprimirme y lancé un sprint a unos 300 metros de meta que me hizo llegar algo destacado del grupo y por delante del maldito catalán que me imagino que se quedaría con una buena cara de póker.

Finalmente 4 horas y 10 min (tiempo oficial) a una media de 28.1 km/h y a unas pulsaciones medias de escándalo. Muy contento por el tiempo conseguido, unos 50 minutos menos que el año pasado, pero con unas sensaciones no muy buenas puesto que he ido sufriendo mucho durante toda la carrera.

Poco a poco fueron llegando los demás componentes de nuestra expedición cada uno con una historia igual o más extensa que la mía.
Javi había tenido problemas desde el comienzo al darse un golpe con el manillar en los primeros kilómetros y más tarde también habría vomitado fruto de un virus mal curado que había arrastrado toda la semana.
Ñito que llegó poco después, sin embargo llegó muy contento a pesar de haber corrido con su rodilla maltrecha tras una caída que había sufrido durante la semana anterior y con un tiempazo en su primer año por debajo de las cinco horas.
Después llegó José Ángel que dijo no haberle gustado demasiado la carrera por el polvo y por ser todo el rato por pistas. Sin embargo también hizo un buen tiempo en su primer año.
Ezequiel que en la salida había tirado muy fuerte llegó algo más tarde pero muy contento por haber terminado la prueba a pesar de haber tenido problemas con una rueda que perdía aire.
Y finalmente con seis horas llegó mi padre algo magullado y con el casco roto tras una caída que había sufrido antes del tercer avituallamiento al parecer al resbalar la rueda delantera en la gravilla suelta del trazado. A pesar de todo muy contento también por lograr finalizar la prueba y sin darle demasiada importancia a la caída.
Muy cansados todos y con hambre nos fuimos a tomar nuestra fideuá y en cuanto anocheció nos fuimos para casa que ya era hora.

Esperemos volvernos a juntar más veces los seis intrépidos ciclistas y pasar jornadas de bici tan buenas o mejores que ésta.

En cuanto tenga las fotos se las pasare a Javi para que las suba.