Siendo realista he abandonado un poco el sueño de conseguir una victoria parcial durante open y es que la falta de horas de luz y el trajín del día acaban por no perdonar. No me veo ni de lejos al mismo nivel que Septiembre cuando había barra libre de horas de luz y las obligaciones no apretaban tanto. Quizás por ésto he saboreado mucho más verme arriba estas dos carreras. Dos carreras de las que a mi me gustan, con mucha táctica, de las de moverse dentro de un grupo de corredores y de jugar a algo más que a dar pedales simplemente.
La carrera de ACEDO es de las que tenía marcadas con una X. Sin duda el circuito más bonito del open y que el pasado año se me estaba dando muy bien hasta que tuve un pinchazo a final de carrera. Ésta vez gracias a las bajadas conseguí aguantar prácticamente dos vueltas con el grupo de cabeza, es decir, con Iñaki Lejarreta, Patxi Cía y Diego Latasa. Aunque como digo, lo de aguantar se resume en; en las subidas se me iban totalmente y en las bajadas me reenganchaba arriesgando a muerte. Jugando un poco a ciclistas, cuando los pillaba intentaba hacer que bajaran el ritmo para no descolgarme y ya de paso que entrara nuestro líder de la general, Raúl Serrano, que había tenido un problema en la salida. Cuando se cataron, Iñaki metió la directa y ahí me quedé.
A
partir de aquí me pilló Raúl y cuando podía le daba un relevo
para tratar de pillarlos de nuevo. Ya en la última vuelta me quedé
un poco vacío pero tuve un bonito mano a mano (para mi) con Iñaki
Lejarreta que venía a menos después de haber tenido una caída,
entrando finalmente cuarto éite con unos pocos segundos de ventaja
sobre Iñaki.
La de ORORBIA es sin duda la carrera más peculiar del campeonato, un circuito llano y prácticamente todo por pistas, al que sacamos una media de !31,1 en mountainbike! y que es muy propicio también para jugar a ciclistas.
Tal y como habíamos planificado,
Diego e Isma se fueron de salida dejando a Patxi la difícil papeleta
de tirar durante toda la primera vuelta si no quería perder sus
opciones en el campeonato. Una vez abandonó la caza tocaba seguir
moviendo la carrera. Primero yo, intentando marcharme en dos
ocasiones y finalmente Jesus Bacaicoa, que atacó en el momento
preciso, justo antes de un sendero, de forma que nos fuimos tres
corredores de mismo equipo. Impresionante.
Con las cosas así “sólo”
quedaba una bonita contrarreloj por equipos para acabar con 4
saltokis en las primeras posiciones y con la general del open muy de
cara tanto para Diego como para Raúl.