Pronto, muy pronto nos tuvimos que levantar el Sábado pasado para acudir la ya mítica Calcenada. Acudimos los de siempre, los Azuareños y también algunos de nuestros amigos de Tobed.
Esta vez, en vez de contaros los datos técnicos de la carrera, simplemente pondré el perfil de la prueba que creo que es mucho más ilustrativo....muy dura.
Bueno, la salida se dio a las 8 de la mañana con un fresquito muy agradable que daba la tranquilidad de que el día no sería tan caluroso como esperábamos, y sin entrar en detalles os diré que tanto Javi como yo salimos en muy buena posición y que estuvimos con el grupo de cabeza desde el comienzo.
Como podéis ver en el perfil los 6 primeros kilómetros eran muy suaves y se hicieron a modo de calentamiento pero cuando empezó la subida comenzaron a formarse grupos y a subir cada uno a su ritmo.
Yo me mantuve con bastante facilidad en el primer grupo hasta aproximadamente el km 40 donde se encontraba una de las subidas más duras de la prueba. En los últimos 300 mts de la subida se me ocurrió la brillante idea de descolgarme y llevar un ritmo más cómodo que el que marcaba Raúl Lorente con vistas a conservar mejor las piernas para el final de la carrera y confiar en mi habilidad bajando para reengancharme al grupo. La verdad es que me preocupaba como llegaría al final de la carrera después de llevar una semana y media sin haber podido montar en bici por haber estado de vacaciones fuera de España.
La mala suerte vino cuando llevando menos de medio minuto bajando, de repente, sin saber cómo, tuve un pinchazo en la rueda delantera que me arruinó la carrera. Intenté cambiar rápido la cámara pero con los nervios me costó un montón así que a partir de aquí cambio de chip y a tomarse la carrera con calma. A 200 metros de mí había pinchado también Lorente que necesitaba un adaptador para boquilla fina que yo casualmente llevaba así que más tiempo perdido...
Después de la carrera me dí cuenta de que la cubierta estaba desgarrada por varios sitios.
Al finalizar la bajada me equivoqué en un cruce y al dar la vuelta me encontré con Javi que venía por detrás así que a partir de aquí fuimos casi todo el rato juntos, sufriendo a ratos uno, a ratos el otro pero tomándonoslo con calma y haciendo amigos...
A no muchos kilómetros del final nos cogió un chico con el que ya habíamos coincidido en el Frago y yo me marché con el hasta final de carrera a un ritmo bastante bueno y disfrutando bastante.
Finalmente 5 horas y 30 minutos así que creo que el año que viene se podrá mejorar fácilmente.
Por cierto la curiosidad de la jornada fueron los tatuajes que nos hicimos en las piernas J. Ángel, Javi y yo para dar a conocer la carrera que están organizando en Azuara para el 27 de Septiembre en la que os esperamos a todos. Cuando esté todo preparado ya daremos más detalles desde aquí y desde la web de la carrera.